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El barbo, hábitat y morfología
El barbo es una especie de tamaño grande si comparamos con otras especies de ciprínidos de España. Pueden llegar a medir hasta un metro de longitud. La boca del barbo es protráctil y su posición viene diferenciada por el labio superior y el inferior. El labio superior es grueso y grande; mientras que el inferior suele estar retraído dejando ver los dientes. Posee dos pares de barbillas situadas en la mandíbula superior, las cuales son consideradas cortas comparando con la cabeza, ya que el primer par de barbillas no alcanza el borde anterior del ojo; y el segundo par no superan el borde superior.
Hablar de barbos es hacerlo de una familia compuesta por varias subespecies que poseen diferentes rasgos comunes. Buscando un poco, uno puede encontrar los peces barbos tigre, los barbos rosa, los hojalata, los payaso e incluso los cereza. No obstante, cuando se piensa en este nombre suele tenerse en mente al barbo común, el más extendido por aguas españolas.
- Nombre científico: Luciobarbus bocagei
- Familia: Cyprinidae
- Orden: Cypriniformes
- Clase: Actinopterygii
- Peso máx.: 10 kg.
- Longitud máx.: 100 cm.
De nombre científico Luciobarbus bocagei, el barbo común ibérico es una especie nativa de la península ibérica que habita solo en zonas de agua dulce. Actualmente, es frecuente verlo en ríos de desembocadura en el Atlántico. Aunque hay quienes aseguran haber visto a esta especie en el río Miño, hace tiempo que no se han vuelto a registrar avistamientos. No obstante, sí que se ha concretado y demostrado su presencia en las cuencas de los ríos Voga, Mondego, Duero y Tajo junto a sus respectivos afluentes. Los ríos de corriente lenta son sus favoritos; no obstante, también puede aparecer en aquellos con corrientes rápidas en la época de desove.
Su tamaño es bastante grande si se le compara con otros peces de río. Se han registrado casos de barbo común con una longitud de incluso 1 metro. En cuanto a su morfología, posee cuatro barbillas en la mandíbula superior y tiene una boca protráctil, con un labio de arriba bastante grueso y el de abajo habitualmente recogido, lo que provoca que puedan verse sus dientes.
La aleta anal del barbo es pequeña en el caso de los machos, con las hembras teniendo dimensiones mayores. La aleta dorsal, por su parte, posee denticulaciones en su último radio, ocupando tan solo una pequeña porción de espacio en los especímenes adultos.
En cuanto a su alimentación, se trata de una especie que suele alimentarse a base de larvas de insectos depositadas en las aguas. Por otra parte, los machos suelen alcanzar su madurez a los 3 años de edad, con una longitud mínima de 70 mm; mientras que las hembras lo hacen a partir de los 6 años, con una longitud que se mueve entre los 175 y los 200 mm. Su longevidad media está establecida en los 15 años.
En cuanto a las aletas, por lo que se refiere a la aleta dorsal, el último radio contiene denticulaciones localizados por debajo de la mitad. La aleta anal es pequeña, siendo menos larga en los machos y más larga en las hembras. Por lo que se refiere a la reproducción, cabe mencionar que, en la época de celo, los machos desarrollan tubérculos nupciales en la zona cefálica. El color de los barbos cambia dependiendo de donde habiten y de la fase de desarrollo en la que estén. Los barbos más jóvenes tienen marchas oscuras que van desapareciendo cuando alcanzan la adultez.
El tipo de alimentación es detritívora y bentónica. Suele consumir normalmente larvas de insectos. El peso medio en el que normalmente rondan está entre los 3kg de masa corporal, sin embargo, pueden llegar a alcanzar los 8 o 10 kg. Tanto su longitud como su masa están consideradas elevadas en comparación con otras especies.
La forma de pesca más adecuada es mediante la pesca a fondo, usando cebos como lombrices de tierra, masillas, insectos grandes, escarabajos, trozos de filete, bayas, lombrices, moscas o ninfas.
La pesca del barbo, trucos y consejos que si funcionan
La pesca del barbo es complicada, ya que se trata de una especie bastante dura a la hora de morder y muy resistente. Los ejemplares que se suelen encontrar cuando se practica pesca deportiva superan los 3 y los 4 kilogramos; de hecho han llegado a capturarse piezas de más de 10 kilogarmos de peso. Las técnicas usadas para ello suelen recurrir a la pesca de fondo, aunque con variedad de cebos que van desde los insectos a los trozos de filete; aunque en época de ova lo mejor es recurrir a la pasada y probar con mosca.
Para asegurar la pesca del barbo, es fundamental poseer el cebo más adecuado para captar su atención y que no dude en morder. Es imposible concretar uno, ya que poseen gustos de lo más variado según las zonas donde se encuentren, aunque sí se ha demostrado que tienen tendencia a ser más atraídos por aquellos de gusto salado. Usando boilies con ese toque en el sabor, o incluso de tipo cárnico se pueden obtener resultados interesantes.
Es fundamental que los aparejos de pesca, cuando se recurre a la pesca de fondo para hacerse con los barbos (la más recomendada salvo en las épocas de ova), sean rápidos para que el animal se enganche justo en el momento de morder el cebo. Se recomienda utilizar gametas cortas y anzuelos del 2 para enganchar bien.
Prepara también una caña con una longitud de entre 2,60 y 3,5 metros, porque estos peces tienen una arrancada fortísima. Su primer minuto tiene una gran fuerza, aunque tan solo hay que aguantar evitando que el sedal o el anzuelo se rompan, ya que se cansan bastante rápido y empiezan a flojear al poco tiempo.
Lo habitual es recurrir a la pesca de fondo como hemos comentado, pero es más divertido probar con la pesca de superficie en las últimas semanas de primavera y durante el verano. En esta época, el barbo suele fijarse más en el cebo que hay en la superficie, sobre todo si tiene hélices. Desafortunadamente, la ventana de tiempo es muy reducido, pero pican mucho más que de costumbre. También es recomendable no intentarlo cuando están en época de puesta de huevos, ya que ignoran mucho más cualquier señuelo.
Este tipo de pesca ha sido practicada durante muchas generaciones de pescadores. Es prácticamente igual que la de la pesca de la trucha a cebo. No obstante, es recomendable utilizar una técnica que es muy utilizada y altamente efectiva, la llamada modalidad de pesca fondal. Este tipo de pesca proporciona una gran calma y tranquilidad mientras se practica junto a la orilla del río.
Otro truco para que la pesca del barbo sea más eficaz es adecuar los montajes a la alimentación del barbo, la cual es rápida y fugaz. Las jornadas de pesca suelen ser largas, por lo que necesitamos una caña que alivie el esfuerzo que supone el cansado trabajo para la espalda de permanecer un día entero realizando este tipo de actividad. La paciencia es otro de los consejos a destacar, ya que los pescadores pasan largas horas esperando su momento.
La primavera con sus caudales altos y sus frecuentes lluvias arrastran a las lombrices a ser el alimento ideal para los barbos. Esta época es perfecta para utilizar la lombriz de tierra como cebo. Además, en muchos ríos no permiten otros tipos de cebos, así que hay que ceñirse a la ley. La manera de conseguirlas se recomienda que lo mejor es recolectarlas en la zona, en lugar de comprarlas en cualquier tienda. Los peces notan, sin duda, la diferencia entre las frescas y las industriales.
Otra puntualización importante sobre alimentación es que la mayoría de los ciprínidos, como los barbos, les suele gustar la fruta. Por lo que es recomendable pescar en un río o un pantano con vegetación orillada. Es útil buscar un zarzal, una higuera u otros árboles que tenga plantas o frutos colgando sobre el agua. De este modo, se puede pescar un barbo de un modo natural proporcionando altas probabilidades de éxito.
Mejores lugares y zonas para pescar barbos
Suelen abundar en nuestro país (España), aunque parece que se está experimentado una bajada de especies en los últimos años. Este tipo de pez suele frecuentar ríos de corriente lenta. No obstante, en temporadas de freza acaba migrando hacia áreas donde hay corrientes rápidas. Se distribuyen entre las cuencas de ríos como el Tajo, el Duero y la Limia. Anteriormente frecuentaba ríos como el Miño, en el cual su presencia parece haber desaparecido definitivamente.
Es de gran relevancia saber dónde exactamente se pueden encontrar los barbos. En el caso de que ya conozcamos un río concreto en el que habitan con seguridad, el siguiente paso se centra en buscar las zonas donde varias corrientes se comuniquen generando cascadas pequeñas que se alternen con remansos. Normalmente, bajo estas cascadas, los barbos se situan para alimentarse de todo lo que les trae la corriente. Como es de imaginar, lanzar loa aparejos es complicado, se debe hacer más abajo, donde encontremos el agua más tranquila.
Presentes en ríos y pantanos, los mejores lugares para pescar barbos son estos últimos, sobre todo los cercanos a los ya citados Tajo, Voga, Duero y Mondego, en la zona centro-oeste de la Península Ibérica.
Si se sabe de un lugar donde estos peces se encuentren, es recomendable ojear primero antes de asentarse con la caña. Lo más normal es que se acumulen en zonas donde haya varias corrientes coincidiendo y generando cascadas pequeñas. Bajo estas es donde el barbo suele ubicarse para comer todo lo que el agua le trae sin tener que esforzarse demasiado.
Es importante conocer la época también, ya que si se les busca en primavera lo mejor es acudir a embalses con fondos llenos de rocas e irse a la cola del embalse. Por otra parte, en otoño prefieren estar a una profundidad de entre 4 y 7 metros; en invierno, no obstante, suelen irse a las zonas con aguas más cálidas.
Una de las facilidades de estos peces, a pesar de la paciencia que hay que tener con ellos, es que se puede recurrir al cebo natural para atraerlos. Lombrices de tierra e incluso cangrejos sirven para captar su atención y que muerdan, es importante conocer todos los cebos de pesca que existen. Eso sí, es importante que sean realistas, ya que estamos hablando de una criatura bastante desconfiada y que, en cuanto detecte algo raro, se irá.
Es importante, también, tener un carrete bastante sólido y con un buen freno para esas arrancadas que es capaz de realizar este pez en cuanto muerde. Un grosor de entre 0,26 y 0,28 para el sedal es más que suficiente
Los materiales principales para pescar barbos son: la caña de pescar y los anzuelos
El barbo precisa de una caña que domine al pez, estas suelen ser las cañas de pesca fondal. El peso de lance debe rondar entre los 15 y los 40 gramos, y la longitud media de la caña varía entre los dos 2.60 metros y los 3.50 metros. Se pueden utilizar cañas de pescar más grandes de longitudes que ronden entre los 5 y 7 metros. Es aconsejable apostar por paternóster o plomo de corrido semi-fijo, que son aparejos especiales para peces movidos, con el fin de que el barbo se clave al llevarse el cebo a la boca. Las gametas deben ser cortas, sin exceder los 40 centímetros; y anzuelos del 2 son ideales para garantizar las capturas
Una caña con ova más larga permitirá la pesca en zonas más profundas, puesto que se podrá lanzar el aparejo a mayor profundidad. Cabe resaltar que una caña demasiado corta no nos dará la oportunidad de alcanzar estos peces, ya que los barbos buscan comida próximos al fondo. En cuanto al peso de la caña, lo más recomendable es que sea lo menos pesada posible.
Existen varios tipos de cebos efectivos para la pesca del barbo. La lombriz es el cebo clásico, y en ocasiones, el único permitido en ciertos ríos; el caracol o la babosa es frecuente después de unos días de lluvia; el cangrejo americano es un alimento habitual para los barbos, se puede insertar el cangrejo entero o tan solo una parte; los pelles y los boilies son cebos versátiles, es recomendable optar por los que tienen aromas más fuertes como el del cangrejo y el del halibut; por último, el queso es un clásico de la primavera, tratándose de quesos intensos y fuertes que son fundidos para preparase posteriormente pequeños boíles.
Vídeo sobre el arte de pesca al palangre ¡Muy interesante!
¿Aún no tienes el mejor libro sobre todos los Secretos de la Pesca en el Mar?
¿Cual es tu experiencia sobre este tipo de pesca y que aportarías para aquellos pescadores nóveles que recién comienzan? comenta 🙂
En el Tormes suelen verse de unos 30 a 50 cm de tamaño, no obstante son difíciles de pescar. Gracias por el artículo. Este tipo de post son buenos para la gente que estamos empezando.