Índice:
El jurel, hábitat y morfología
El jurel es una familia de peces enorme. Hay un total de más de 60 especies diferentes dentro de esta rama animal, aunque la más popular y frecuente en territorio español es el jurel blanco, muy común dentro de las aguas del Mediterráneo; como también el jurel pintado, ligeramente diferente, pero también bastante frecuente y común en nuestro país.
Los jureles más comunes, conocidos también como chicharros o como Trachurus trachurus, pertenecen a la familia Carangidae y son conocidos por ser una pieza fundamental de la gastronomía de varios puntos de nuestro país. No son unos seres de gran tamaño, ya que las piezas más grandes que se han capturado rondan los 60 centímetros, al igual que su peso medio se mueve en torno al kilogramo; pero sí unos de los más satisfactorios para los pescadores por las facilidades que presentan a la hora de ser capturados.
Depredadores de especies más pequeñas y también de crustáceos, son peces que poseen un cuerpo muy alargado y comprimido, normalmente con una línea lateral en color amarillo y un vientre blanco, rematado con una aleta dorsal que suele mezclar entre tonos grises y también amarillentos.
Como ya hemos comentado, encontrar al jurel es tan sencillo como buscar en las aguas del Mediterráneo. Le gusta habitar aguas profundas y, sobre todo, estar en zonas con un fondo arenoso. No buscan recovecos ni agujeros en paredes como hacen otras especies para protegerse, por lo que su captura es mucho más sencilla.
La pesca del jurel, trucos y consejos que si funcionan
Es habitual encontrarse con muchas técnicas y trucos confeccionados por pescadores que aseguran que son la clave para pescar jureles; pero la realidad es que tan solo hay que prestar un poco de atención al entorno y a las aguas para saber cuándo es buen momento para lanzar la caña y hacerse con ellos.
En primer lugar, hay que buscar zonas playeras. A este animal le gusta la arena y, por tanto, todas aquellas costas arenosas van a ser un buen lugar para probar suerte en las zonas con mayor profundidad. Puedes buscar alguna zona rocosa más adentrada y, desde ahí, tirar la línea bien lejos para esperar a que piquen; aunque se recomienda observar con cierto detenimiento. Puedes ver más sobre la técnica del surfcasting desde aquí.
Si ves zonas en las que el agua parece estar muy alterada, es porque hay pequeños peces pegando saltos en ella debido a que intentan escapar de sus cazadores, los jureles o chicharros. En caso de detectarlas, lanza la caña cerca y verás cómo, en pocos segundos, empiezan a picar. También, puedes guiarte por las gaviotas. Este pez es uno de sus alimentos y, cuando se ven bandadas lanzándose a las aguas, es porque hay algún banco que puede convertirse en tu objetivo.
Es importante, además, conocer bien las franjas horarias en las que ir a por estos peces. Como suele suceder con la mayoría de especies depredadoras, lo mejor para hacerse con ellos es esperar a la atardecer y al amanecer, ya que son los tramos del día en los que aprovechan para cazar a otros especímenes más pequeños y están atentos a cualquier cosa que se mueva y sea de tamaño reducido para comérsela.
Una técnica, además, bastante peculiar para captar su atención, es mezclar los movimientos largos con los cortos. Si ves que hay jureles cerca, deja el anzuelo en el agua y pega varios tirones cortos para, después, hacer uno o dos largos y más suaves. Estos movimientos se convertirán en el foco de las miradas de estos cazadores, que tarde o temprano acabarán mordiendo. Para conocer más a fondo esta técnica, ver pesca a spinning.
Mejores lugares y materiales para pescar jureles
La pesca del jurel no es algo complicado. De hecho, es la más recomendable para aquellos que están empezando a familiarizarse con las cañas, los sedales, los cebos, los anzuelos y todo aquello relacionado con esta actividad, puedes ver todos los aparejos de pesca desde aquí. Dado el comportamiento de estos animales, es fácil toparse con momentos en los que comiencen a picar uno tras otro cada vez que lanzas la caña al mar.
En primer lugar, cualquier zona costera con fondo arenoso es clave para encontrar bancos de estos peces; es importante, también, saber que su actividad aumenta cuando el agua está tranquila, ya que es cuando mejor pueden ir a la caza de alevines con los que alimentarse. De hecho, debido a que estos pequeños peces son su plato preferido, utilizar vinilos que imiten su forma y llamen la atención por tener colores chillones es sinónimo de éxito. Lanzando la caña desde la orilla hacia el fondo usando estos señuelos, la mordida está prácticamente garantizada.
Hablando de cañas, dado que la técnica más habitual para capturar jureles es el spinning, es necesario contar con una preparada para esta práctica. Necesitas que tenga unos 2 o 3 metros de longitud y una acción bastante ligera, ya que el pez no tiene precisamente una gran fuerza ni va a ponerlo complicado tirando; además, y en consonancia con esto, el hilo tampoco ha de tener un grosor demasiado elevado. Si tu sedal es monofilamento y tiene un diámetro de 0,25 mm, tienes más que suficiente para poder pescar a estos animales.
Si vas a pescar desde orillas, es bueno utilizar un señuelo ligero, con una longitud no mayor a 7 centímetros y con una apariencia que imite a la de un pez pequeño, para engañar al jurel y hacerle pensar que tiene comida delante. Por contrapartida, si prefieres ir en barco para encontrar bancos muchos más grandes, es buena idea cambiar el vinilo por plumillas con varios anzuelos, ya que así puedes conseguir varias piezas al momento con mucha más facilidad.
Pescar jureles es una actividad bastante divertida y, sobre todo, satisfactoria. Los pescadores más novatos pueden comenzar a familiarizarse con esta actividad atrapando a estos especímenes en un día normal de playa. Esta facilidad, de hecho, es lo que convierte a este tipo de pesca en una de las más populares de las zonas costeras del Mediterráneo.
Vídeo sobre la pesca de jureles y róbalos a spinning ¡Recomendable!
¿Aún no tienes el mejor libro sobre todos los Secretos de la Pesca en el Mar?