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Los siluros, hábitat y morfología
El siluro, de nombre original Silurus glanis, es un tipo de pez habitual de aguas dulces que pertenece a la familia Siluridae y proviene de la zona de Europa central. En nuestro país, suele encontrarse por la zona nororiental, sobre todo en la zona del río Ebro, uno de los lugares que recoge más ejemplares de esta especie, reconocida además como invasora, capaz de poner en peligro a la población del barbo.
Son unos de los especímenes más grandes que podemos encontrar en nuestras aguas (España). Hay ejemplos de siluros que han llegado a alcanzar los 2 metros y medio de longitud y superar los 100 kilogramos de peso, aunque han sido casos muy excepcionales.
A pesar de ello, sus dimensiones son más que considerables. Su cuerpo es muy alargado y se caracteriza por estar comprimido en la parte trasera, además de por no contar con escamas, sino por una mucosa. Por otro lado, su cabeza es bastante grande y achatada, con ojos pequeños y gran boca.
Donde encontrar Siluros
Hemos citado el Ebro como lugar clave para encontrarlos, pero debido a su introducción en otras zonas debido a la acción ilegal del ser humano, la mejor forma de encontrar siluros es acercándose a pantanos, cerca de las compuertas de las grandes presas.
Al tratarse de un animal al que le gusta moverse contra las corrientes y, además, aprovechar la comida que pueda llegarle de ellas, siempre se siente atraído por estos lugares, convirtiéndose en blanco fácil de los pescadores.
Se mueven sobre todo por la facilidad para encontrar presas con las que alimentarse; por eso, incluso pueden verse en zonas cercanas a puentes y lugares frescos, tratando de devorar a pequeños animales que se acerquen a la orilla a beber, como en el caso de los pájaros.
La pesca de los siluros, trucos y consejos que si funcionan
El primer consejo a tener en cuenta para capturar al siluro es que la mejor franja horaria para ello es la nocturna. Los pescadores que se lanzan con sus cañas a atraparlos entre las 8 de la tarde y las 12 de la noche, o incluso de 3 a 6 de la mañana, son los que más ejemplares logran capturar debido a su gran actividad por las noches.
Para asegurarte de que se acerquen a donde estés, no hay nada como recurrir al uso de carnes. Si utilizas intestino de aves o incluso hígado de cerdo, lograrás que los ejemplares se acerquen tentados por el olor y con ganas de comer.
En algunos países, incluso, se aprovecha la debilidad de estos seres por las bajas frecuencias utilizando el clonk, una herramienta que, al golpear con la superficie del agua, genera un sonido prácticamente idéntico al del chapoteo de un pequeño pez y eso, efectivamente, es sinónimo de comida para el siluro.
La clave para capturarlo, además de contar con una caña y un sedal bien resistentes por la fuerza y dimensiones de este pez, es utilizar siempre algo que simule la presencia de un animal pequeño, de algo que pueda comer.
Mejores lugares y materiales para pescar siluros
Las zonas a la sombra o incluso aquellas aguas cercanas a las compuertas de embalses son los lugares más adecuados para encontrar a este tipo de pez. Como ya hemos mencionado, su presencia se concentra sobre todo en la zona del río Ebro. Las dimensiones y condiciones de estas aguas son sus favoritas, como también la cantidad de comida que pueda encontrar en ellas.
El mejor consejo para el pescador es ir en busca del siluro a comienzos de verano y a principios de otoño, aunque el mejor mes para atraparlos es junio. También es buena idea buscar los pantanos donde haya muchos peces pequeños, ya que tras ellos se encontrará esta especie con tantas ganas de comer. Y, en cuanto a los materiales, vamos a detenernos para explicar bien qué hace falta para pescar a estos especímenes.
Hace falta una caña con una acción de entre 100 y 300 gr, además de un hilo trenzado con un diámetro entre 04 y 0,6 milímetros. Utilizar un sedal de monofilamento supondría la pérdida de más de una pieza, ya que sus dientes lo desgarran por completo y hacen que pueda escaparse rompiendo el hilo.
En cuanto al cebo, el más utilizado son las carpas vivas, de unos 500 gramos aproximadamente; también se pueden usar cebos muertos como chipirones o sardinas. Otra alternativa es usar algún señuelo que vibre en el agua o cebar zonas con pellets para, posteriormente, lanzar desde la orilla o incluso utilizando una barca.
No es un pez que requiera unas condiciones especiales, aunque sí exige un material bastante fuerte debido a la potencia que posee. Asegúrate de cumplir con lo que hemos contado en cuanto a caña y sedal si no quieres sufrir la frustración de que se escape una y otra vez.
Vídeo: Guía de pesca del siluro al pellets
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