¿Cómo pescar lucios? Las técnicas de pesca que usan los pescadores expertos

El pez lucio, hábitat y morfología

Los tamaños de los lucios son variados pero como norma general su longitud supera los 70 cm, llegando incluso al metro con facilidad. Su color es verdoso, para camuflarse en las zonas de mucha vegetación en ríos y pantanos, su cuerpo lo compone unas 130 escamas en su línea latera, tienen manchas amarillas y blancas. Su sorprendente boca es de gran tamaño, tienen forma plana y destacan unos poderosos dientes afilados que pueden acabar con cualquier presa que se les ponga a tiro. El lucio es un depredador que vive en zonas de aguas tranquilas y con mucha vegetación. La época de reproducción que veremos más adelante se realiza en invierno donde las hembras depositan hasta medio millón de huevos en una sola puesta. La población de lucios está descendiendo alarmántemente, suele habitar las zonas del norte de Europa y América y no realizan migraciones significativas.

  • Nombre científico: Esox lucius
  • Familia: Esocidae
  • Orden: Esociformes
  • Clase: Actinopterígios (peces con aletas radiadas)
  • Peso máx.: 25 Kg.
  • Longitud máx.: 150 cm.

¿Como y donde pescar lucios de gran tamaño?

Pesca de lucios con señuelos La pesca del lucio, sin duda es una de las más apasionantes, sobre todo si nos referimos a la pesca fluvial, vayamos a ver donde se encuentra este tipo de pez y cuales son las técnicas más apropiadas para hacernos con ejemplares de gran tamaño. El lucio se encuentra ámpliamente distribuido por los tres continentes que tienen territorios en el hemisferio Norte, por lo que se puede considerar una especie que ha tenido un gran éxito evolutivo. Sin embargo, no siempre las condiciones ambientales le favorecen, especialmente en lo que se refiere a sus estrictos requerimientos para la reproducción, que limitan, y en algunos casos impiden, el mantenimiento de sus poblaciones. El final del invierno marca el momento en que el lucio empieza las actividades relacionadas con la reproducción. Este momento tiene lugar desde finales de febrero hasta principios de mayo, según el régimen de temperaturas propio de cada lugar. Durante el acto de la freza, las hembras, en general de mayor tamaño, se mueven por aguas someras acompañadas por varios machos, más pequeños que ellas. Según su tamaño, una hembra de lucio puede poner entre 20.000 y medio millón de huevos, lo que es un número muy elevado.

La puesta la realizan obligatoriamente entre la vegetación, ya sea acuática o terrestre, en este último caso cuando se inundan las orillas de los ríos o los embalses. Las plantas más adecuadas son las que emergen fuera del agua, como los juncos o las espadañas. La importancia de la vegetación se debe a la necesidad que tienen los huevos y las larvas de ella. Los huevos de los lucios quedan adheridos a las plantas durante las dos semanas que dura el periodo de incubación, y después de la eclosión las larvas recién nacidas también se mantienen adheridas a ellas durante un tiempo, mediante una glándula adhesiva situada en su cabeza.

Época de reproducción del lucio

El lucio ha pasado todo el invierno alimentándose activamente para destinar energía a la fase final de la maduración de las gónadas. No es que en invierno coma un mayor número de presas en comparación al resto del año, pero su metabolismo se mantiene más bajo, con lo que la ganancia neta de energía en la época fría es mayor. Esto les permite reproducirse en un período, finales de invierno, muy poco común entre los peces de agua dulce. La mayoría de especies, con las conocidas excepciones de la trucha común y el salmón, suelen aprovechar la abundancia de alimento que se produce en primavera para madurar los huevos, que depositan a finales de esta estación o a principios de verano. Esta estrategia evolutiva tiene por supuesto una razón de ser.

Después de agotar las reservas vitelinas, los lucios se alimentan inicialmente de invertebrados, pero después de uno o dos meses de vida, cuando miden unos 5 o 6 centímetros, empiezan ya a comer alevines de otras especies. Este momento coincide con la aparición de los alevines de ciprínidos, que tienen el tamaño justo para la boca de los pequeños lucios. Estas semanas de ventaja que lleva el lucio respecto a sus presas son cruciales para su supervivencia, pues, de esta manera, crecen con rapidez llegando al final de su primer año de vida a una longitud de 25-30 cm. El lucio es una especie que ejerce una fuerte autorregulación de su población, pues la mayor mortalidad en sus primeros años se atribuye al canibalismo. Es, por lo tanto, muy importante para cada lucio crecer lo más deprisa posible y disminuir así las probabilidades de ser víctima de otro congénere.

¿En que zonas habitan los lucios? sus hábitats

Las poblaciones de lucio que están presentes en España tienen unos ciclos muy irregulares, y en general, se observa una tendencia hacia la desaparición de la especie, o al menos hacia una gran escasez de ejemplares. Existen, por supuesto, excepciones, y éstas se producen sobre todo en los ríos. Las causas de este proceso no son del todo conocidas, y probablemente intervienen factores ecológicos y biológicos. Falta de presas adecuadas, baja calidad del agua y temperaturas elevadas en verano son algunas razones que se han atribuido a este proceso, pero probablemente la principal tenga que ver con el éxito de la reproducción. La mayoría de embalses no tienen buenas áreas de freza pues, en general, carecen de la vegetación apropiada para una buena supervivencia de huevos y alevines.

El lucio es una especie nativa de unas regiones con gran cantidad de lagos, como el norte de Europa y América, en los que prolifera la vegetación acuática. En España existen muy pocos lagos naturales de estas características, lo que puede ser una de las razones, entre otras de tipo biogeográfico, por las que el lucio no forma parte de la fauna nativa. Los embalses, sin embargo, no son siempre adecuados para el lucio. Después de su construcción, el progresivo llenado de la cubeta crea excelentes condiciones para el desarrollo de los huevos y alevines, lo que suele dar unos años de gran abundancia.

Las poblaciones de lucio que están presentes en España tienen unos ciclos muy irregulares y, en general, se observa una tendencia hacia la desaparición de la especie

Grandes capturas de lucios gigantesCuando los niveles se estabilizan, la producción desciende. Lo que ocurre en los años siguientes depende en gran medida de las condiciones meteorológicas predominantes. Los años húmedos que provocan la subida del nivel del agua generan frezas en buenas condiciones. Por el contrario, la sequía continuada puede provocar que durante varios años no consigan salir adelante nuevas generaciones, con el envejecimiento consiguiente de la población y eventualmente su extinción. En los río, la situación es distinta, pues el lucio se ha expandido notablemente por algunas cuencas.

Dos son las razones: en primer lugar, en ríos de corrientes lentas o moderadas es frecuente el crecimiento de plantas acuáticas, y además, en la época de freza suelen llevar un mayor caudal, lo que inunda los arbustos y hierbas de las riberas.  Por otra parte, la regulación ejercida por los embalses evita o modera las grandes crecidas propias de nuestros ríos, que en otras circunstancias, dificultaría el establecimiento de esta especie, poco adaptada a las corrientes fuertes.

La pesca del lucio en invierno

En invierno, el lucio ocupa aquellas áreas que mantienen densidades altas de peces-presa, generalmente en aguas de profundidades medias y relativamente alejadas de las orillas. Los cortados rocosos y las elevaciones o islas en medio de un embalse son típicos lugares en los que el lucio se localiza en esta época. En los ríos acostumbran a permanecer en las pozas más profundas. A medida que los días se alargan y la primavera se acerca, el lucio tiende a dirigirse hacia zonas más someras. Éste es el período pre-freza, y como tal, la actividad es alta. La pesca del lucio es fructífera en esta época, sobre todo porque se acerca más a las orillas de poco fondo, lo que lo hace más vulnerable. En los embalses muy profundos, el lucio está gran parte del año a profundidades medias, y es en esta época previa a las puesta cuando se pone más accesible para la pesca desde las orillas. Los embalses con un menor desnivel en sus márgenes suelen tener a los lucios en aguas someras más tiempo, por lo que el período pre-freza no es especialmente distinto al resto del año en cuanto a su localización. Los señuelos para pescar lucios más indicados son los que tienen una acción más bien lenta, pues el lucio en esta época no tiene los reflejos ni la potencia que muestra en otros momentos del año.

Material de pesca especial para pescar lucios de gran tamaño

Vamos a utilizar equipos muy potentes y de gran resistencia, ya que estos depredadores poseen bastante fuerza y si queremos atrapar a lucios gigantes tendremos que ir preparados al puesto de pesca con nuestro mejor material, nunca se sabe cuando será el día de la «gran capturas». Normalmente, utilizaremos el tipo de pesca a spinning, usando señuelos como las cucharillas, vinilos, peces artificiales, spinners o buzzers, ya que estos han demostrado ser muy eficaces en la pesca del lucio. Si nos encontramos en un lugar donde la legislación admite cebos vivos, podremos usarlos con moderación, pesca este tipo de peces a fondo o con flotador usando este tipo de cebos da bastante buenos resultados.

Tipos de bajos de línea para la pesca del lucio

Lejos quedan los días en que cualquier cable de acero, grueso y con brillos, servía para capturar lucios en la pesca deportiva. En la actualidad la escasez de lucios y la presión que soportan, requieren afinar muy mucho a la hora de atar a nuestra línea un terminal que soporte sus temibles dientes y sus, en ocasiones, grandes tamaños. Vamos a analizar a continuación y por separado los terminales o bajos de línea más empleados, cómo fabricarlos o anudarlos, y algunos consejos más para que sólo tú decidas cual es tu bajo de pesca preferido para peces con dientes cortantes como el lucio.

Bajos de línea de monofilamentos

Captura y suelta luciosDurante muchos años se ha dado por supuesto que los dientes del lucio cortan sin problemas las líneas de nylon. Este supuesto, sin dejar de ser cierto, impidió durante décadas que uno de los mejores materiales para la confección de terminales, el monofilamento grueso, fuera utilizado. Sin embargo, no todos los monofilamentos son válidos, ni tampoco en cualquier grosor. Los mejores son precisamente los de peor calidad y menor precio (son tan recios que ni los afilados dientes de los lucios los cortan) y nunca por debajo de 0,80 milímetros de grosor, si no queremos perder peces.

Aún así debemos repasarlos después de cada captura, sobre todo si los lucios se han tragado el señuelo por completo. Uno de los problemas con el que nos encontramos a la hora de confeccionar uno de estos bajos de línea, son los nudos. Sin embargo, los que mejor se adaptan a estos grosores son los más sencillos de realizar. Los nudos de pesca tipo ocho, el nudo Clinch con sólo dos o tres vueltas y el Albright son los más recomendables. No os olvidéis de apretarlos con alicates 😉

Bajos de línea de fluorocarbonos

La invención del hilo fluorocarbono en sus diámetros más finos ha supuesto una revolución en la pesca deportiva de especies como las truchas o el black bass. Sin embargo una de sus mejores virtudes las encontraremos en la construcción de bajos de línea, tanto para mar como para nuestros lucios en la pesca fluvial. Su escasa visibilidad incluso en diámetros superiores al milímetro de grosor, le hacen pasar totalmente desapercibido. Hace unos años era bastante difícil encontrar bobinas de fluorocarbono en sus diámetros más gruesos pero en la actualidad no tendremos ningún problema. Nunca deberemos emplear diámetros menores de 0,70 milímetros y los nudos más aconsejables son los mismos que para el caso del monofilamento.

Bajos de línea de titanio

Es una de las últimas novedades en la construcción de bajos de línea para especies con dientes cortantes, tanto en agua dulce como salada. El titanio es el material responsable de que el grosor del bajo sea mínimo (casi invisible), maleable (se puede anudar como si de monofilamento se tratara) y prácticamente indestructible. Estas características le hacen ser uno de los mejores materiales para emplear con especies de dientes cortantes. A la hora de confeccionar los nudos de pesca (los más recomendables son el Clinch, el “Figura en ocho” y el Albright) deberemos tener en cuenta que por las propiedades del titanio, los nudos no se cerrarán como en el caso de los monofilamentos, sin que este hecho perjudique la resistencia de los mismos. También podremos usar bajos de línea de kevlar, dependiendo de los gustos del pescador.

Vídeo de la pesca del lucio, picada en directo


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