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Las luciopercas, hábitat y morfología
La lucioperca, de nombre científico Sander Lucioperca, es un tipo de pez totalmente relacionado con la perca. Conocida por ser una especie predadora, pertenece a la familia de los pércidos y posee un cuerpo alargado, con la cabeza bastante pequeña, además de unos tonos verdosos como color predominante en el lomo, con el vientre de color plata y varias estrías rosáceas que cruzan todo su cuerpo de forma vertical.
Posee dos aletas dorsales, de las cuales la primera, la frontal, tiene espinas para protegerse. Aunque su boca es pequeña, al contrario que sus ojos, que son su rasgo más característico por su gran tamaño, tiene muchos dientes y muy afilados. Gracias a esta dentadura que posee, es capaz de comerse a peces pequeños y medianos a pesar de no ser una criatura excesivamente grande. Su longitud máxima, de hecho, es de unos 80 centímetros y el mayor peso visto en ejemplares capturados ronda los 6 kilogramos. Por otra parte, puede cumplir hasta 20 años de vida.
Aunque es un animal nativo de la zona este de Europa, suele encontrarse habitando los tramos medios de cualquier río de la zona central y este de España tras su llegada a través de los ríos procedentes de la región francesa. Se encuentra catalogado como parte de una especie exótica invasora en nuestro territorio, ya que su carácter colonizador y su peligro ponen en riesgo a las demás especies de nuestras aguas.
Encontrarla es algo sencillo para quienes se muevan por la zona oriental del país. Es habitual toparse con ejemplares de luciopercas en aguas con fuertes corrientes, sobre todo en primavera, cuando se mueven para reproducirse y dar paso al desove; no obstante, está comenzando a frecuentar también aquellas que son tranquilas.
Pescar luciopercas, trucos y consejos que sí funcionan
Para poder pescar luciopercas, lo mejor es partir por ir a por ellas en el mes adecuado. De todos los que hay, el mejor es octubre. Durante esta época, permanecen muy activas porque necesitan comer tras pasar el verano custodiando los huevos y retirándose a pozos profundos. En este mes, con las lluvias de por medio y temperaturas comenzando a bajar, comienzan a formarse más nubes de barro en las aguas por el movimiento, algo que las obliga a acercarse más a la superficie para ver… y morder.
Es aconsejable buscar en zonas de agua cuyos suelos estén repletos de piedras de gran tamaño, que tengan árboles también sumergidos o cualquier elemento de tamaño considerable que propicie la formación de huecos.
Además, debido a que son animales bastante desconfiados, siempre van a rondar el fondo, sobre todo si el agua está muy limpia. Por tanto, lo mejor es ir siempre a la profundidad para conseguir que piquen; de lo contrario, estarás perdiendo el tiempo.
Para conseguir que muerdan el anzuelo, además de tener en cuenta todo esto, hay dos métodos que son infalibles. Puedes utilizar vinilos para llamar su atención o, simplemente, un pez muerto como señuelo. Este último es algo con un gran índice de eficacia, ya que el instinto predador de la lucioperca la lleva a atacar en cuanto ve a una criatura vulnerable y de menor tamaño que ella.
Mejores lugares y materiales para pescar luciopercas
Hay que tener en cuenta la estación. Si se va en busca de luciopercas en primavera, hay que ir a zonas donde haya corrientes de agua, ya que se encontrarán atravesándolas para proceder con el desove. En verano, por contrapartida, tienden a desplazarse a aguas más relajadas tras el nacimiento de las crías, que tardan en empezar a cazar sus primeras piezas.
Desde casi la esquina noreste de la península hasta el borde de Andalucía, acaparando algunas partes del centro del país, tienen a estos animales rondando por sus aguas. Como hemos dicho, además, lo más recomendable es ir en su busca en otoño y hacerlo en aguas tranquilas, ya que es una época en la que prefieren el mínimo de corrientes para comer con alma, aunque buscando siempre sitios con recovecos y estructuras pronunciadas para esconderse.
En cuanto a los materiales, lo mejor es tener una caña con bastante fuerza para ser de spinning, con una acción mínima de entre 10 y 60 gramos. El carrete, por su parte, debe tener acogida a una buena longitud de sedal, y este ha de ser trenzado y tener un diámetro inferior a 0,24 para poder aguantar los tirones y envites de estos peces.
Para llamar su atención, además, lo mejor es utilizar un pez muerto como señuelo. Como indicábamos antes, este cebo es infalible con la lucioperca, garantizando una mordida en el instante en el que sea visto por este especimen. Otra opción, claro está, es la de usar los vinilos con forma de pez.
Vídeo: Guía de pesca a spinning, pescando luciopercas ¡Interesante!
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