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Las bogas; hábitat y morfología
El nombre científico de la boga de mar es boops boops y pertenece a la familia Sparidae. La boga de río es la Chondrostoma polypepis. Otros nombres que se le dan son loina o madrilla. Su cuerpo es alargado, compacto y fusiforme, parecido al del arenque, la sardina y otros clupeidos. El macho es considerablemente más grande que la hembra, pasando, a menudo, los 30 cm. El tamaño general medio va de los 15 a los 20 cm para las loinas de mar. Las de río, en general, son más grandes, siendo común encontrarlas de hasta 40 cm. En cuanto al peso, las más grandes quedarán cercanas al kilo.
Tiene escamas en los lados, sobre unas 70 por línea. Su cabeza es prominente y los ojos son considerablemente grandes en relación a la propia cabeza y más aún a su cuerpo. Tiene aletas ventrales y pectorales pequeñas y no muy desarrolladas con las cuales tiene una gran movilidad.
El cuerpo de la madrilla es pardo, azulado o verdoso y cuenta con líneas laterales con un tono amarillento o incluso dorado. Su vientre es blanco. En río, además, nos topamos con una línea de longitud oscura, como también lo es, en general, el ejemplar.
La boga come vegetación, lombrices, pequeños crustáceos, larvas y huevos. Esta especie la encontrarás en aguas con suelo y bajos con abundante sustrato ya sea en río, en mar o en pantano. Son las zonas repletas de vegetación, barro o arena las que escondan a estos preciosos animales puesto que de aquí obtienen una muy buena cantidad de alimento.
Comúnmente las encontrarás en profundidades de 100 metros de media aunque no tienen problema en llegar a los 250 metros si las condiciones de la zona son adecuadas.
En agua salada, las encontramos en el Negro y el Mediterráneo así como en el océano Atlántico oriental. Las de río se sitúan en zonas de fuerte corriente, mejor si se forma espuma. Aunque buscan el sustrato en el fondo, suelen preferir, para moverse, el agua limpia. También las hay en lagos. Actualmente, con las modificaciones que el ser humano ha hecho en el medio ambiente, encontramos bogas de río en embalses.
La pesca de bogas; trucos y consejos que si funcionan
No existen grandes secretos para pescar bogas. Quizás uno de los más curiosos sea el cebo que debemos usar. Las carnada para pescar debe ser abundante. Si bien, esto no te va a salir caro pues dos muy buenas opciones son usar harina o masilla de pan. En cuanto a los bajos de línea, más de lo mismo; elegiremos cebos «chiclosos» como las larvas o las lombrices, pues la mordida de la loina es muy voraz, siendo esta muy exitosa a la hora de descarnar el anzuelo.
Como decimos, no existe mucho misterio en torno al equipo de pesca. Aparejos ligeros, hilos flexibles y anzuelos chiquitines (del 16 o el 18) y alargados con un muy buen filo son suficientes. En cuando a flotadores, prueba con los alargados. La plomada a diferentes pesos será esencial si pescas en zonas diferentes, pues en cada cual la boga se sitúa a una profundidad u otra.
Esta especie se coge, a menudo, realizando pesca de fondo o a boya y a tientas. Un truquito que sí debes conocer es que este pez ataca cuando descubre a su presa y esta queda inmóvil, de manera que emulando este movimiento la engañarás sin problema y picará.
¿Cuál es la mejor época y los mejores lugares para pescar bogas?
Pescar bogas en España no es difícil; contamos con muchas zonas ricas en esta especie. Destacan las Canarias y, realmente, toda la costa oriental de nuestro país puede ofrecerte el regalo que es la pesca de la boga, poniéndote como ejemplo Maresme, el lago de Sanabria, en Zamora, o las rocas de Calafat, en Tarragona.
En embalse deberías probar en El Retortillo, Córdoba. Los de Ribarroja, entre Tarragona y Zaragoza, y Mequinenza, en esta última, son conocidos en el país por la variedad de especies que puedes pescar. Muy abundantes son también las bogas en el embalse de Riaño.
En cuanto a río, es una especie endémica del Tajo e introducida después en el Segura y en el Júcar. La madrilla es más difícil de ver cuando las temperaturas son altas, pues se protegen del calor con la vegetación. Emergen en otoño hasta llegar a aguas medias e incluso cercanas a la superficie, buscando, ahora sí, esa temperatura que ya va faltando.
Fuera de nuestras fronteras, el muy conocido el Río de la Plata a las alturas del Parana Mini, La Boca Falsa o el sur de la Isla Oyarbide nos dará buenas capturas de la especie de río. La costa de África Occidental también es rica en esta especie, pudiendo pescar bogas en gran cantidad en toda la costa de pequeños países como Guinea, Guinea-Bisáu, Sierra Leona y Liberia.
La costa Este de Italia y el mar Rojo también están plagados de madrillas. Finalmente, tenemos el suroeste de Francia (región de Nueva Aquitania y sur de Países del Loira), donde encontramos la más alta densidad de bogas de todo el mundo.
Vídeo: Pescando boga gigante… o no
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